Seguro que muchos de vosotros ha experimentado esa sensación de gozo el primer día de uso de un smartphone y la posterior decepción ante el consumo excesivo de batería: ¿está roto mi teléfono móvil? ¿Cómo es que me dura la batería apenas unas horas? Aunque tenemos que reconocer que el primer día de uso solemos gastar la batería mucho más rápido de lo normal, ya que estamos continuamente toqueteando el teléfono, así que no debemos preocuparnos en exceso.
Aun así, está claro que la batería de nuestros smartphones no aguanta lo que aguantaba la batería de, por ejemplo, un Nokia 8210, todo un clásico donde los haya. Hoy en día tenemos teléfono «inteligentes» con una gran pantalla, decenas, cientos e incluso algunos hay por ahí que se atreven con miles de aplicaciones instaladas. Todo esto nos reporta enormes beneficios pero también tiene su lado malo: la batería de nuestro dispositivo dura cada vez menos. Vamos a hacer un breve repaso sobre las aspectos que influyen directamente en el consumo de batería y cómo reducir su consumo.
1. Pantalla
La pantalla es el elemento principal de nuestro móvil, ya que sin iluminación en ella no podríamos usarlo con normalidad. Recordaréis que hace unos años la tendencia era a la baja, es decir, pantallas más pequeñas, pero parece que ahora la tendencia se ha invertido y nos gusta más poder disfrutar de una buena pantalla en la que poder ver con claridad aplicaciones, gestionar correos electrónicos y consultar páginas web con todo lujo de detalles. Si no, que se lo pregunten al Samsung Galaxy Note, ¿verdad?
Brillo
La mayoría de este tipo de dispositivos tiene una función de ajuste automático del brillo, accesible desde el menú de ajustes del terminal. Aun así, esta función puede no ser muy precisa en algunos casos, siendo recomendable ajustar manualmente el brillo para no pasarnos y tener una visión agradable. Los ajustes óptimos suelen oscilar entre un 20% y un 40% del total que nos permita el dispositivo.
Apagado automático de la pantalla
Es una función –casi– imprescindible. Lo ideal sería marcar un tiempo de apagado automático muy bajo para que en cuento dejemos de usar el teléfono móvil se apague la pantalla automáticamente. Eso sí, tampoco debemos dejarlo en apenas un segundo, ya que tendremos que estar continuamente activando la pantalla y es un incordio.
Estas funciones suelen estar presentes en todos los smartphones, aunque debemos prestar atención a cualquier otra relacionada con los ajustes de iluminación. Como ejemplo, en Blackberry se puede desactivar el LED que indica que disponemos de cobertura. Aunque esta función no consuma mucha batería en sí, la suma del total es lo que nos ayudará en nuestro objetivo: ahorrar batería.
2. Aplicaciones
Siempre que usemos nuestro terminal o estemos trabajando con alguna aplicación o servicio, deberemos estar al tanto de ir cerrando las aplicaciones que no utilicemos. La multitarea es lo que tiene, que nos facilita mucho el trabajo pero por otro lado va dejando aplicaciones abiertas que consumen batería, además de memoria. Si cerramos totalmente estas aplicaciones cuando ya no nos hagan falta, obtendremos un mayor ahorro de batería y un aumento del rendimiento del teléfono móvil.
Cada sistema operativo móvil tiene una forma de gestionar el cierre de las aplicaciones. Los usuarios de un dispositivo con iOS (iPhone, iPad o iPod), tienen que tener en cuenta que salir de un aplicación presionando el botón home no cierra la aplicación, sino que ésta permanece activa en un segundo plano. Asimismo, existen herramientas específicas para cerrar totalmente las aplicaciones que tengamos funcionando, como Advanced Task Killer para Android.
3. Servicios del sistema
Hay una serie de servicios presentes también en la mayoría de smartphones del mercado, los cuales pueden incidir altamente en el consumo de batería. Veamos cuáles son y cómo afectan a su consumo y rendimiento.
Red 3G/UMTS
Nos ofrece un mayor ancho de banda en la transmisión de datos, es decir, Internet va más rápido. Además, este tipo de conexión permite que el teléfono reciba o envíe datos mientras hablamos. Es uno de los servicios que más batería puede llegar a consumir, sobre todo si estamos en zonas donde la cobertura 3G no es buena, puesto que el teléfono estará constantemente cambiando de GSM a 3G y buscando una red u otra, con el consecuente consumo de batería. Lo ideal es activarlo sólo cuando es necesario.
Bluetooth
Otro servicio que consume mucha batería si se tiene siempre activo. Sólo debería permanecer encendido cuando nos haga realmente falta.
WiFi
Ocurre como con el 3G. Si salimos de la zona de cobertura de la red WiFi a la que estamos conectados, el teléfono continuará buscando redes WiFi insistentemente, con el consiguiente consumo de batería que conlleva, además del gasto de tener el WiFi encendido. ¿Solución? Activar esta opción sólo cuando vayamos a usar dicha red.
Notificaciones
La mayoría de notificaciones usan tecnología Push, excepto Blackberry que usa su propia tecnología, la cual hace que recibamos un e-mail, avisos de redes sociales o mensajes en programas tipo Whatsapp en cuanto nos lo envíen. Es algo muy cómodo, pero si no le damos uso o lo usamos esporádicamente, sería mejor dejar las notificaciones desactivadas y acceder a estos programas manualmente.
Algunos teléfonos permiten distinguir entre notificaciones de correo y notificaciones de las aplicaciones. En caso de que necesitemos tener las de las aplicaciones funcionando, podemos apagar las del correo electrónico y acceder a ellas manualmente. A mí, personalmente, es la opción que más me gusta, ya que suelo recibir como 100 correos SPAM al día que enloquecerían a más de uno con tanto aviso.
4. Modo avión
En lugares donde la cobertura es débil o nula, qué mejor que activar el modo avión. Este recurso nos permite ahorrar batería de forma eficiente, pues el smartphone no busca constantemente cobertura para la recepción de señal. Igualmente, mientras descansemos, por la noche es una ocasión más que válida para optimizar su consumo y optimización.
5. Resto de servicios
Hay muchos otros servicios, dependiendo del modelo de dispositivo, que podemos apagar y sólo activar cuando los necesitemos. Entre ellos encontramos la localización y GPS.
6. Otras recomendaciones
Aunque ir desactivando y activando estos servicios según los necesitemos puede parecer tedioso, en la mayoría de sistemas operativos móviles existen aplicaciones que permiten controlar todas estas opciones de forma rápida y sencilla. Como punto final os recomendamos que llevéis a cabo un ciclo completo de carga al mes, es decir cargar la batería al 100% y dejar que se agote totalmente hasta que el dispositivo se apague. Igualmente, alejar el teléfono de lugares muy calientes o de exposición directa al sol, hará preservar la eficiencia de nuestra batería durante un mayor tiempo.
Siguiendo todas estas recomendaciones, podrás comprobar cómo la vida diaria de tu batería aumenta considerablemente. Aunque seguro que existen por ahí alguna que otra forma o truco para conseguir ahorrar batería en un teléfono móvil, si es así, ¡cuéntanosla en los comentarios!