Estas últimas semanas, Microsoft ha sido objeto de numerosas críticas. No injustificadas, por otro lado, ya que su presentación de la Xbox One fue de todo menos positiva, y las noticias que surgieron posteriormente tampoco aliviaban la sensación de decepción. Los jugadores necesitábamos ver las capacidades de la nueva consola en el ámbito de los juegos, y finalmente hemos podido comprobarlo en la feria E3 2013.
Gran nivel en juegos
Es complicado resumir todo lo que se ha visto en la conferencia, dado que el gigante de Redmond ha atacado con todo, presentado IPs de primer nivel que años atrás se presentaban de forma individual como principales reclamos. Hablamos de juegos como el nuevo Metal Gear, Battlefield 4, Dead Rising 3, Quantum Break (lo nuevo de Remedy), The Witcher 3, Halo 5 o Titanfall, siendo estos cuatro últimos títulos exclusivos de Xbox One (exclusividad relativa, ya que The Witcher 3 tendrá su principal grueso de compradores en PC, y Remedy también podría acabar lanzando su juego para ordenador).
En cualquier caso, está claro que Microsoft se ha puesto las pilas en este aspecto al hablar casi exclusivamente de juegos. En este aspecto ha comentado que ciertos títulos como Battlefield 4 o Halo irán a 60 fps, una cifra que, aunque ya se viene dando en PC desde hace tiempo, era un objetivo prioritario para las consolas de nueva generación.
Nueva Xbox 360
La sorpresa la han dado también con el anuncio de una nueva Xbox 360, que no es más que un rediseño de la tradicional consola para ponerla al día en relación con la nueva Xbox One y Windows 8. Como principales mejoras tiene su menor tamaño y su menor nivel de ruido. Aunque lo más positivo es saber que Microsoft no va a dejar de lado a la Xbox 360 pese a la llegada de la Next Gen.
Para los coleccionistas o los que busquen la Xbox 360 a bajo precio puede ser también una opción interesante. Más aún si tenemos en cuenta que se pone a la venta hoy mismo.
Mejoras en la nube
A nivel de tecnología online, Microsoft ha hecho dos importantes anuncios. El primero es la remodelación de su modelo Xbox Live Gold, que pasa a ser una copia descarada de PSN Plus, con juegos de regalo todos los meses. Se han puesto como ejemplos Assassin’s Creed II y Halo 3 como los dos primeros títulos que se ofrecerán.
El segundo anuncio viene dado por la capacidad multipantalla de SmartGlass. A través del móvil podremos compartir nuestras partidas, acceder a datos personales como logros y otros aspectos de nuestra cuenta, e interactuar directamente con los juegos, gestionando por ejemplo el inventario de nuestro personaje en The Witcher 3.
No es oro todo lo que reluce
Aunque podríamos catalogar de buena o muy buena la presentación, es cierto que muchos aspectos siguen siendo conflictivos. El más importante es el de la segunda mano. El modelo de negocio de los videojuegos está cambiando. Ya no se paga por el juego en sí, sino por una licencia del mismo que tiene que ser comprobada cada 24 horas. Da igual si lo compras en físico: si el chequeo de dicha clave falla, no podrás jugar. Así pues, es obvio que Xbox One requiere una conexión permanente, en el sentido en que sin internet, solo podrás jugar durante un día como mucho.
El precio es otro elemento controvertido. Xbox One saldrá al mercado a finales de año con un coste de 500 dólares, que en España serán 499 euros. Una cifra muy elevada para muchos usuarios, que seguramente esperarán a una rebaja para hacerse con la consola.
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