Canon se atreve con una estilizada videocámara de las que sacan a relucir nuestro lado más ególatra y narcisista, la Legria Mini. Especialmente diseñada para aquellos que quieren pasar más tiempo delante que detrás de la cámara, la Legria Mini te permitirá grabarte a ti mismo y luego compartir los vídeos a través de la conexión wifi. Con este singular formato, busca alejarse de lo tradicional y despuntar frente a las videocámaras digitales de cuerpos abultados y robustos.
Llega al mercado haciendo gala de una pantalla táctil abatible de 2,7 pulgadas que nos permite hacer autorretratos, de manera que podamos vernos mientras nos grabamos. Dispone de un soporte para colocarla sobre cualquier superficie y graduar el ángulo respecto a la misma. La Canon Legria Mini incorpora un sensor CMOS retroiluminado de 12,8 megapíxeles y un objetivo ojo de pez con ángulos de visión de hasta 160 grados, 170º en fotos.
Gracias al procesador de imagen DIGIC DV4, el usuario podrá capturar vídeo Full HD (1.920 x 1.080 píxeles) con menos ruido en condiciones de baja luminosidad. Las películas que grabes con la Legria Mini se almacenarán en formato MP4 en la tarjeta de memoria microSD, siendo posible subirlas posteriormente a YouTube o publicarlas en redes sociales como Twitter y Facebook mediante la app Canon Movie Uploader.
Esta versátil cámara de vídeo incluye una batería que soporta 45 minutos de grabación continua, además de contar con conexión HDMI y micrófono estéreo integrado.
Marca septiembre en el calendario, porque es el mes en el que está previsto que la Legria Mini llegue a los escaparates tanto en color blanco como en negro. Su precio de venta oficial en Europa es de 300 euros, mientras que en USA podrá adquirirse con el nombre de VIXIA –en lugar de Legria– por algo menos de 300 dólares.
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